
Cuidarnos también es parte del aprendizaje: la salud mental en La Salle
La salud mental es una parte fundamental para el pleno desarrollo de las personas. De acuerdo con la UNICEF, una buena salud mental se traduce en una mejor capacidad para interactuar con otras personas, desenvolverse en la vida diaria y afrontar problemas.
El ámbito educativo no es ajeno a las problemáticas relacionadas con la salud mental. El estudiantado está frecuentemente expuesto a cargas académicas, redes sociales, incertidumbre sobre el futuro, problemas de familia o pareja, entre muchas cosas más.
Y aunque las instituciones educativas no se encargan de dar terapias, atienden la prevención y la contención, como es el caso de la Coordinación de Impulso y Vida Estudiantil (CIVE) de la Universidad La Salle.
De acuerdo con Rafael Cruz, jefe de atención y seguimiento psicológico, dos terceras partes del estudiantado que se acerca por acompañamiento psicológico presenta síntomas de ansiedad y depresión, “es muy acorde con la población en México de esos rangos de edades”.
Aunado a ello, “cada vez nos convencemos más de que la pandemia sí vino a dar un giro de 180 grados a los servicios de salud emocional, pues empezaron a generar problemas de convivencia o en esos tiempos hubo pérdidas importantes o simplemente no pudieron obtener, por las etapas en las cuales se encontraban, las herramientas necesarias para afrontar problemáticas comunes”.
La CIVE, también da atención a personal administrativo y docente, “pues una persona que va a atender a otras, como docentes o administrativos, debe encontrarse lo mejor posible”.
Con la finalidad de fortalecer la salud emocional de la comunidad lasallista, este abril se conformó la Red Distrital de Psicología, integrada por las universidades La Salle del Distrito Antillas-México Sur, que buscará establecer directrices de acción para dar atención a la salud emocional, prevenir y apoyar a las y los estudiantes.