
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo: doctorante desarrolla bioplástico a partir de una plaga
La invasión de especies exóticas es uno de los mayores desafíos ambientales que enfrenta el mundo en la actualidad. Una de ellas es la Eichhornia crassipes, mejor conocida como lirio acuático, originaria de la cuenca del Amazonas. Esta planta llegó al país durante el Porfiriato como una especie ornamental, pero su propagación y capacidad adaptativa la convirtieron en una plaga que afecta ecosistemas lacustres, biodiversidad endémica y actividades humanas.
Su crecimiento descontrolado bloquea la luz solar, reduce el oxígeno en el agua y altera los hábitats acuáticos, poniendo en riesgo a especies nativas y dificultando la pesca, la navegación y el turismo. Uno de los sitios más afectados en México es la laguna de Tecocomulco en Hidalgo, este humedal es crucial para la conservación de aves migratorias y alberga especies en peligro de extinción, como el ajolote y la rana Moctezuma.
Sin embargo, la proliferación del lirio acuático, impulsada por la contaminación de aguas residuales agrícolas e industriales, amenaza su equilibrio ecológico. Las comunidades aledañas han intentado controlar su expansión mediante métodos tradicionales, como la extracción manual y la quema, pero estas prácticas generan nuevos impactos ambientales, como la degradación del suelo y la emisión de gases contaminantes.
Ante este escenario, la ciencia ha buscado alternativas innovadoras para transformar esta plaga en una oportunidad sostenible. Un ejemplo destacado es el trabajo de la doctorante Regula Nallely Hernández Hernández, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), que, en colaboración con la investigadora Rosa Ángeles Vázquez García, desarrolló un bioplástico a partir de la celulosa extraída de las raíces del lirio acuático.
Este material no solo es biodegradable, ya que se descompone en cuestión de días bajo las condiciones controladas, además representa una solución al aprovechar un residuo invasivo para crear productos útiles, como embalajes y contenedores. La investigación tomó casi cinco años de experimentación, esto no solo aporta una solución técnica, sino que también integra un enfoque social y económico.
Estudiantes de la Licenciatura en Economía de la UAEH diseñaron un modelo de negocio basado en este bioplástico, el cual fue reconocido con el Premio ILAN a la Innovación Universitaria 2024. Además, el método de extracción de celulosa está en proceso de patente, lo que podría permitir su aplicación en otras regiones del país con problemáticas similares. En este contexto, el éxito de estas iniciativas depende de un esfuerzo colectivo que involucre a gobiernos, industrias, académicos y la sociedad civil.